La verdad, es que leyendo un poco, nos damos cuenta de los pocos conocimientos que tenemos de los juguetes eróticos. Aunque gracias a la dichosa Wikipedia, he encontrado un montón de información.
¿Y porqué ahora es tabú hablar de vibradores, cuando se llevan utilizando desde los principios de la historia , y hasta mitad del siglo XX , sin ninguna carga adicional ?
Parece ser que la culpa la tienen las películas porno. Esperemos que no incluyan en sus guiones aparatos tan prácticos y por ahora no mal vistos, como puede ser el secador de pelo, o la epilady , porque inmediatamente pasarían a ser catalogados como ‘pornográficos’.
Las bolas chinas han corrido mayor suerte. Con eso de que ya son habitualmente recomendadas por los ginecólogos, y que tienen uso terapéutico, ha dejado de considerarse que su uso no es nada pecaminoso.
Pero resulta que también los vibradores, sí, los vibradores, son recomendados por ginecólogos, sicólogos, sexólogos, fisioterapeutas como parte de la terapia en problemas como la falta de deseo sexual, el vaginismo o la flacidez del suelo pélvico. Y esto desde el siglo XIX, cuando era habitual que los médicos masturbasen a sus pacientes femeninas para curarles de la “histeria” e inducirles a un “paroxismo histérico” que hoy conocemos como orgasmo. Hacia el año 1880, cansado de masturbar manualmente a sus pacientes, el doctor Joseph Mortimer Granville patenta el primer vibrador electromecánico con forma fálica.
Hoy afortunadamente tenemos una gama de vibradores bastante más evolucionados. Además el vibrador no tiene únicamente una función útil en caso de problemas, sino que resulta sobre todo agradaaaable y excitaaaante, en solitario o en pareja. Por lo que tanto médicos como terapeutas afirman que el uso de un vibrador puede aportar una importante mejora de la salud sexual en la mayoría de los casos.
A ver si conseguimos dejarnos de tonterías y que veamos normal tener bolas chinas, vibradores, dildos, … en el cajón de nuestra mesilla de noche.
¿Alguna idea?